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LAS VOLUNTADES ANTICIPADAS EN SALUD MENTAL. UNA CUESTIN DE TICA DERECHO Y MEDICINA ASOCIACIN ESPAOLA DE DEFENSA MDICA - AEDEME 76 en pruebas objetivas o tratamientos indicados. Esta cuestin tambin la ha constatado Nria Terribas 2006 al sealar que solicitar que las decisiones sean acordes a la lex artis puede confundirse con aquello que el mdico considere qu es buena praxis de manera que es preferible entender por buena praxis lo consensuado en protocolos o guas de especialidad junto con la opinin del paciente o representante. Ahora bien es muy difcil que coincida la voluntad del paciente con la exacta situacin clnica. Por esta razn la figura del representante va a tener un papel crucial a la hora de interpretar los deseos del paciente pues son stos los que han de regir la toma de decisiones y no los de los profesionales. Sea como fuere ese fomento por la autonoma y la evitacin de imposicin de valores profesionales es lo que promueve el artculo 91 del Cdigo de Deontologa Mdica a saber el mdico respetar las convicciones de sus pacientes y se abstendr de imponerles las propias. Y este deber ha de ser ligado con el artculo 12 referente a la obligacin del mdico de respetar el derecho del paciente a decidir libremente una vez haya sido informado sobre las diversas opciones clnicas. Esto incluye el respeto de aquellas decisiones de rechazo de tratamiento sea total o parcial tanto de pruebas diagnsticas como de tratamiento. No obstante dicha decisin ha de ser respetada si el paciente tiene 16 aos o ms y en el caso de tener menos su participacin ir acorde al grado de madurez menor maduro artculo 14. Pero no se trata slo de un deber recogido en los cdigos deontolgicos sino tambin en la normativa jurdica. Por esta razn a continuacin examinamos algunas leyes nacionales e internacionales para mostrar que el DVA es una cuestin tambin legal. En nuestro pas el derecho a poder realizar un DVA y de que los profesionales lo respeten queda recogido por la Ley 412002 de 14 de noviembre art. 11. Por el documento de instrucciones previas una persona mayor de edad capaz y libre manifiesta anticipadamente su voluntad con objeto de que sta se cumpla en el momento en que llegue a situaciones en cuyas circunstancias no sea capaz de expresarlos personalmente sobre los cuidados y el tratamiento de su salud o una vez llegado el fallecimiento sobre el destino de su cuerpo o de los rganos del mismo. El otorgante del documento puede designar adems un representante para que llegado el caso sirva como interlocutor suyo con el mdico o el equipo sanitario para procurar el cumplimiento de las instrucciones previas. Es interesante sealar la posibilidad de que el otorgante tenga el derecho de dejar anotado un representante como interlocutor vlido. En este mismo artculo 113 se establece que las instrucciones recogidas no podrn ser contrarias al ordenamiento jurdico ni a la lex